La concentración de ingresos en los ricos lastra el crecimiento
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La directora general del Fondo Monetario Internacional,
Christine Lagarde. FMI
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El informe abunda en esta relación entre ingresos y crecimiento económico.
Así, si el 20% de los más ricos incrementan sus rentas un punto porcentual, el crecimiento del PIB sería casi un 0,1% menor en los siguientes cinco años. Sin embargo, un crecimiento similar en la renta del 20% más pobre está asociada a un impulso de la riqueza nacional del 0,38%. Es decir, la mejora de las clases pobres y medias potencia el crecimiento.
El FMI analiza las razones que hacen que la desigualdad de rentas afecte al crecimiento y que han sido ya relatadas por otros organismos como la OCDE y por expertos y organizaciones como Oxfam Intermon en los últimos años. Por ejemplo, la desigualdad reduce las posibilidades de los hogares con bajos ingresos de mantener la salud de sus miembros y de acumular capital físico y humano. En la práctica eso puede traducirse en una peor educación de los niños que proceden de esas familias. Eso, a su vez, desemboca en una productividad laboral inferior a la que habría en un escenario más justo.
El informe menciona un estudio que apunta a que los países con más nivel de desigualdad de ingresos tienden a tener menos movilidad entre unas generaciones y otras, es decir, el nivel de renta de los padres acaba siendo determinante en el nivel que tendrán sus hijos.
Precisamente, los datos aportados por el FMI muestran una concentración creciente de la riqueza en el mundo. Sus estimaciones apuntan a que casi la mitad de la riqueza mundial está en manos del 1% de la población. Señalan también la existencia de una clase media "exprimida" y cada vez más pequeña. Esta clase media ha visto como sus ingresos procedentes del trabajo -que es la fuente principal de las rentas de los hogares- menguaban.
La pobreza crece en las economías desarrolladas
El FMI sostiene además que el impacto de la pobreza se ha reducido en muchos países, especialmente en los emergentes (hay menos personas vivienda bajo el umbral de la pobreza), a pesar incluso de que en algunos de ellos la desigualdad de ingresos ha seguido aumentando. Es decir, la disparidad de ingresos entre unas clases y otras ha crecido, pero hay menos gente pobre.
Esta situación contrasta con la de las llamadas economías avanzadas, donde la pobreza ha crecido desde los años noventa, como indican los datos más recientes. El informe habla de Estados Unidos y de Reino Unido como países que ejemplifican este fenómeno.